Gn 19:1-11 "Una última oportunidad"- Serie Génesis No. 36
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INTRODUCCIÓN
INTRODUCCIÓN
¿Cómo estamos el día de hoy? Tal vez parece un día como cualquier otro ¿verdad? Paree un día más, un día normal o al menos según lo que ahora llamamos normal.
Y hoy en este día normal, ¿Tienes una comunión con el Señor? Estamos hablando de una comunión viva, una comunión verdadera con Cristo Jesús. Tal vez hoy no has sentido la necesidad de tener analizar si tienes o no una comunión con Él. A lo mejor la única diferencia del día de hoy es que tenemos dos horas de culto, pero luego será lo mismo que los otros días.
Algo similar pasaba a las puertas de una gran ciudad. Ese día era algo “normal”, así como todos los días. La gente en ese entonces iba a la parte principal de la ciudad, es decir a las puertas de la ciudad, ya que este era el lugar de alto tráfico de ingreso y salida de personas, ideal para el comercio, recreación y muchas actividades entre las personas de la ciudad. Todos los días eran iguales, no había diferencia alguna. Sin embargo, dentro de la ciudad sucedían muchísimas cosas. Las personas dejaban que sus deseos carnales fuesen satisfechos sin ninguna restricción. Esta ciudad es una ciudad que va creciendo comercialmente, pero también va creciendo en el desenfreno. No hay reglas; y si las hay, la única regla es que: “no te opongas al deseo desenfrenado de cualquiera de sus habitantes”. Esta es la ciudad del pecado, es la ciudad de Sodoma. Pero esta descripción es un día más en la historia de esta ciudad, las personas que viven ahí no sospechan para nada que su pecado ha subido hasta el cielo donde habita el Único Dios Vivo y Verdadero, que es absolutamente Santo y apartado del mal, así como un justo juez. Esta ciudad que está viviendo como si fuese un día más, en realidad tiene las horas contadas. Nadie lo sospecha, nadie se arrepiente y nadie quiere dejar su vida pecaminosa atrás. Más el juez Santo ha puesto hora y fecha a la destrucción de esta ciudad y en nuestro estudio de la Biblia queda menos de 24 horas para que esto vaya a suceder.
¿Te das cuenta que el mundo vive igual que estas ciudades, donde no hay temor a Dios? Que el mundo viva así no nos sorprende porque siempre ha rechazado la Ley de Dios. Pero lo triste es que a veces nosotros los cristianos vivimos al igual que estas ciudades, como si fuese un día más, como si no tendríamos que estar buscando al Señor, disfrutando de sus bendiciones y honrando Su Santidad. A veces también tenemos días iguales al mundo o a esta ciudad. Días donde todo lo que va a suceder es igual al día anterior y seguro igual al día de mañana. En cambio, los cristianos necesitan despertarse y tener una hermosa comunión con el Señor todo el día y todos los días.
Aquella ciudad que hemos descrito es la ciudad de la cual vamos a hablar hoy y va a tener una “ÚLTIMA OPORTUNIDAD”. Dios ha enviado a dos de sus ángeles con una misión. Estos ángeles deben ir en busca de 10 justos, caso contrario, van a ser el instrumento de Dios para castigar severamente a una ciudad que está disfrutando de un día más. Esta ciudad tiene las horas contadas. Está en una cuenta regresiva para demostrar que es una ciudad que ha vivido mal pero que puede cambiar. Las horas pasan y aún puede demostrar que han cometido muchos errores y grandes pecados pero que ante la última advertencia de que están viviendo mal pueden arrepentirse. ¿Será que al menos 10 de ellos podrían hacer esto de entre toda una multitud de habitantes de esta ciudad?
Lo cierto es que cada vez falta menos para que los dos ángeles que están camino lleguen a su destino y puedan comprobar o legalmente tener pruebas irrefutables del juicio que vendrá par aquella ciudad. ¿Qué creen que sucederá?
Si ponemos atención a la porción bíblica de hoy, tal vez muchos de nosotros también podamos dar gracias a Dios por una nueva oportunidad de tener vida, y podamos reencaminar nuestros pasos, tal vez algo torcidos, o tal vez un poco lejos de Su Voluntad. El tema de hoy es: “Una última oportunidad” y está basado en Génesis 19:1-11.
EXÉGESIS Gn 19:1-11
EXÉGESIS Gn 19:1-11
Mientras buscamos este pasaje de la Biblia recordemos lo que hemos visto el anterior domingo. Dios ha visitado a Abraham y Sara y después de ello, de fortalecer a Sara, se dirige juntamente con dos acompañantes camino hacia Sodoma. Dios decide no encubrir el juicio que tiene preparado para esta ciudad, sino que dice a Abraham lo que va a ejecutar. La misericordia de Dios se manifiesta de gran manera, ya que Abraham tiene familia allá: Su sobrino Lot y la familia de este hombre están allá. La esposa de Lot, sus hijas y quienes serán sus yernos están en grave peligro.
Entonces la Biblia mostró que Abraham ruega a Dios que no destruya la ciudad por causa de 50 justos. Dios dice que por esos 50 tendrá misericordia. Luego Abraham dice que tal vez no hay 50 pero sí 45. Dios responde que tendrá misericordia y así seis veces Abraham pide hasta llegar al número de 10 justos en la ciudad. El Altísimo dice que tendrá misericordia por 10 personas justas que encontrare en esa ciudad. Y finalmente los acompañantes: dos ángeles, se dirigen a la ciudad con la tarea de buscar 10 justos y en todo caso de comprobar la maldad que hay en esa ciudad como prueba final sobre su destrucción o salvación. Esta es una última oportunidad para Sodoma.
1 Llegaron, pues, los dos ángeles a Sodoma a la caída de la tarde; y Lot estaba sentado a la puerta de Sodoma. Y viéndolos Lot, se levantó a recibirlos, y se inclinó hacia el suelo,
Dijimos que es un día normal en esta ciudad, como todos los días muchas cosas suceden a las puertas del lugar más importante: “las puertas de Sodoma”. Finalmente los visitantes que tienen la misión han llegado a la ciudad. Ha sido una caminata larga pero la tarea es verificar si aquella ciudad todavía puede permanecer lejos del juicio de Dios.
En la puerta se encuentra un hombre: Lot, sobrino de Abraham, que como hemos dicho en la introducción, está en el lugar más concurrido e importante de la ciudad, pero también ya es parte de ella. Es probable que Lot está en actividades de comercio y de esa manera se mantiene así mismo y a su familia.
Lot mira a estos visitantes y se levanta a recibirlos. No tenemos el motivo por el cual Lot hace esto. Es muy probable que Lot sabe que ya es tarde, que los viajeros deben reposar y sabe que el peligro es inminente si estos extranjeros no encuentran un lugar donde pasar la noche. La ciudad de Sodoma está caracterizada por los desenfrenos sexuales y Lot sabe que esto podría ser el destino de estos visitantes y por lo tanto se anima a hospedarlos y tratar de librarlos del peligro. Por otro lado, mostrará la hospitalidad suya al recibir a estos hombres y darles protección.
Un pasaje del Nuevo Testamento relata momentos cercanos a esta historia.
7 y libró al justo Lot, abrumado por la nefanda conducta de los malvados 8 (porque este justo, que moraba entre ellos, afligía cada día su alma justa, viendo y oyendo los hechos inicuos de ellos),
Este pasaje es difícil de entender porque muestra a Lot como justo pero sus acciones mostrarán algo distinto. De esto vamos a hablar más adelante pero por este versículo podemos afirmar que Lot está muy consciente de cómo es la ciudad en la que está viviendo y de los actos inmorales de aquella ciudad y parece que Lot quiere prevenir a estos extranjeros de una situación grande de peligro. Dice la Escritura en Génesis 19:1 “..y se inclinó hacia el suelo..” - Lot parece rogar demasiado que estos visitantes puedan pasar la noche bajo su cuidado en su casa y así librarlos de las cosas inicuas que puedan suceder en la ciudad de Sodoma.
2 y dijo: Ahora, mis señores, os ruego que vengáis a casa de vuestro siervo y os hospedéis, y lavaréis vuestros pies; y por la mañana os levantaréis, y seguiréis vuestro camino. Y ellos respondieron: No, que en la calle nos quedaremos esta noche.
Lot no sabe que estos extranjeros en realidad son ángeles, enviados de Dios, que tienen una misión especial, pero aún así rechazan inicialmente el pedido clamoroso de Lot. La hospitalidad en este tiempo es demasiado importante. Lavar los pies y ofrecer algo de comer son cosas muy importantes para las visitas. Pero esta es una ciudad que no respeta ni aún eso. Al parecer Lot es un hombre honorable en este sentido, en su hospitalidad y moralmente distinto al pueblo.
Los ángeles le dicen que se quedarán en la calle aquella noche, y Lot sabe que esto es sumamente riesgoso.
3 Mas él porfió con ellos mucho, y fueron con él, y entraron en su casa; y les hizo banquete, y coció panes sin levadura, y comieron.
Lot es insistente, ruega bastante y finalmente los ángeles acceden a entrar a casa de Lot. Este hombre es muy atento, es un hombre “justo” como hemos leído en 2 Pedro 2:7-8. Pero Lot es la clase de justo que se ha enfriado, que conociendo el camino del bien no ha medido las cosas y ahora está en el lugar equivocado.
¡¿Cuántos de nosotros estamos acá, con conceptos claros del mundo y el pecado, pero también nos hemos enfriado en cuanto a nuestro modo de vida?!
Lot preparar alimentos para los extranjeros y muestra así su hospitalidad y sobre todo que está guardando la integridad física de los visitantes. Prepara panes sin levadura que es mucho más rápido por cocinar, de tal manera que atenderá rápidamente las necesidades de viajeros de largo trayecto.
4 Pero antes que se acostasen, rodearon la casa los hombres de la ciudad, los varones de Sodoma, todo el pueblo junto, desde el más joven hasta el más viejo.
Los ángeles tienen una misión y es verificar o comprobar la situación de condenación de estos hombres ante el juicio inminente de Dios. Por otro lado, la misericordia de Dios se ha extendido por causa de Abraham y están también en busca de diez justos. Sin embargo, este versículo ya es sumamente devastador.
Antes del reposo de los visitantes, la hora de descanso, varones de TODO el pueblo, desde jóvenes hasta el más viejo rodean la casa de Lot. Estos son hombres sedientos de placer, son hombres que viven en total desenfreno e inmoralidad. Lo triste es que son todos los hombres, jóvenes y mayores. Lo trágico también es que entre todos ellos y sumados a la familia de Lot, no hay NI DIEZ JUSTOS! Que escena más triste. Es un día Normal, una noche de desenfreno habitual para los habitantes, pero lo que no saben es que esta será la última noche de sus vidas a causa de que TODO el pueblo está perdido y sumamente perdido en su carne y su pecado.
Estas personas no están en su juicio sano, sino que ya lo han perdido totalmente. Están absolutamente corrompidos y son malas noticias porque es lo que los ángeles han venido a comprobar. Aunque Dios sabía todo esto, esta acción tiene un fuerte respaldo y sentido legal para la destrucción de Sodoma en medio del juicio que se está ejecutando para esta ciudad y sobre todo por el pedido de Abraham.
Esto es lo que la Biblia en otras porciones sobre la ciudad de Sodoma:
9 La apariencia de sus rostros testifica contra ellos; porque como Sodoma publican su pecado, no lo disimulan. ¡Ay del alma de ellos! porque amontonaron mal para sí.
Isaías compara la decadencia pecaminosa con la ciudad de Sodoma. En Sodoma no disimulan su pecado sino que están totalmente entregados a ello.
49 He aquí que esta fue la maldad de Sodoma tu hermana: soberbia, saciedad de pan, y abundancia de ociosidad tuvieron ella y sus hijas; y no fortaleció la mano del afligido y del menesteroso.
Ezequiel hace comparación, resaltando que en Sodoma abundaba la soberbia, el orgullo y que son indolentes, no sienten pena de los afligidos.
14 Y en los profetas de Jerusalén he visto torpezas; cometían adulterios, y andaban en mentiras, y fortalecían las manos de los malos, para que ninguno se convirtiese de su maldad; me fueron todos ellos como Sodoma, y sus moradores como Gomorra.
En Sodoma y Gomorra son adúlteros, mentirosos, no tienen temor de hacer lo malo.
Y no solo eso, sino que el término que conocemos como “sodomía” quiere decir un comportamiento sexual que describe una relación homosexual. Esto es Sodoma y estos hombres, desde el más joven al mayor están asechando la casa de Lot. Es triste. No hay ni siquiera un justo entre ellos.
5 Y llamaron a Lot, y le dijeron: ¿Dónde están los varones que vinieron a ti esta noche? Sácalos, para que los conozcamos.
Los hombres del pueblo están pidiendo que Lot entregue a sus huéspedes para tener relaciones sexuales con ellos. Esto es Sodoma y es una ciudad cuyo pecado es tan grande que aún las leyes más honrosas de la hospitalidad no significa nada para ellos.
La palabra “conocer” en este sentido implica una relación sexual. Es la misma palabra que se utiliza por ejemplo en Gn 4:1
1 Conoció Adán a su mujer Eva, la cual concibió y dio a luz a Caín, y dijo: Por voluntad de Jehová he adquirido varón.
En otras palabras los hombres quieren forzar o violar a estos visitantes para tener relaciones sexuales con ellos. Así de perdidos están los más jóvenes hasta los más “viejos” como dice la Biblia.
6 Entonces Lot salió a ellos a la puerta, y cerró la puerta tras sí,7 y dijo: Os ruego, hermanos míos, que no hagáis tal maldad.
“..y cerró la puerta tras sí..” - Lot está protegiendo a los huéspedes o al menos cree que lo está haciendo. Lo que llama la atención es que dirige a los de Sodoma como “hermanos míos”. Esta es la expresión de un hombre que como dice la Biblia, fue acercando su tienda cada vez más y más hacia esta ciudad cuando inicialmente habitaba fuera de ella. Ahora estos hombres no son ajenos a Lot, son personas con las que convive todos los días.
La justicia se manifiesta de distintas formas, y una de ellas es la toma de decisiones sobre las cosas pecaminosas. Lot no fue este tipo de hombre.
Pero también, el pueblo y los ángeles como testigos, reciben la última advertencia y en sí, una última oportunidad de arrepentimiento: “..os ruego, hermanos míos, que no hagáis tal maldad”. - Los hombres de Sodoma escuchan de Lot el llamado final para parar la maldad de sus corazones y específicamente de este acto tan cruel y bestial que quieren hacer. Mientras los ángeles, testigos e instrumentos de la destrucción que se avecina, están escuchando y pendientes de las respuestas de estos habitantes.
Si esta situación ya es mala de por sí, cosas peores vienen a continuación:
8 He aquí ahora yo tengo dos hijas que no han conocido varón; os las sacaré fuera, y haced de ellas como bien os pareciere; solamente que a estos varones no hagáis nada, pues que vinieron a la sombra de mi tejado.
Este es el fracaso absoluto de un padre, que a causa de sus malas decisiones ahora tiene que exponer a riesgo a sus hijas: abuso, violación, violencia y hasta posible muerte, por salvar su honor de huésped. Que increíble, cree hacer el esfuerzo por ser un buen huésped pero me parece que hasta los mismos ángeles ahora saben que la degradación moral no solo está fuera de la casa de Lot sino también adentro.
Se dice que Lot era un hombre justo, así como hemos leído en 2 Pedro, pero la vida en el ambiente inmoral de Sodoma había adormecido su fe y había endurecido su sensibilidad moral.
Dice un autor: Lot era como la sal que ha perdido su sabor. No debía sacar a sus hijas, sino debía reprender a esos hombres que estaban rompiendo una vez más las leyes morales de Dios.
Y esto es cierto. Aunque ciertamente Lot exhorta a los habitantes a no hacer “tal maldad con los huéspedes”, Lot mismo propone hacer otra maldad con sus hijas para tapar la primera.
Qué difícil saber lo que sucede en la mente de Lot. Pero es totalmente condenable lo que está haciendo. Que la Biblia lo describa no quiere decir que sus decisiones son respaldadas por el cielo, sino al contrario, la Biblia muestra la real situación de Lot y su enfriamiento espiritual.
Esta es una situación tan trágica, que tal vez estaría pensando: ¿de cómo llegué a esta situación, yo que habitaba en las tierras de Abraham? ¿De cómo llegué a entregar a mis hijas aún para el abuso y muerte cuando yo no pertenecía acá?
Esto es lo que hace el pecado, las tentaciones del mundo, la vanagloria de la vida y lo que entra por los ojos. Lot se fue acercando a Sodoma y ahora es parte de ellos. Fue en busca de lo que pensaba era una mejor vida, de un mejor sustento económico, de las mejores opciones de crecer en una ciudad, de un mejor futuro para sus hijas y de repente se encuentra en esta situación donde el mismo expone la integridad y vida de sus hijas.
No sé que decisiones tomas por tus hijos o las personas que amas, pensando que haces bien, que tendrán mejor educación, que estarán en mejores condiciones económicas pero que estarán en condiciones donde se aborrece al Señor y donde no hay lugar para la integridad y santidad.
He conocido de forma muy cercana hombres ya mayores que han tomado decisiones similares con sus hijos. Formados desde pequeños en idiomas extranjeros preparándose para ir a colegios americanos en busca de mejores posibilidades de estudio. Jóvenes que ahora tienen títulos profesionales sumamente valiosos y costosos. Sin embargo, también he escuchado el lamento de alguno de estos padres, cuando ven la vida de sus hijos e hijas totalmente descontroladas, lejos de Cristo, en yugo desigual, ajenos a la Voluntad de Dios. Padres temerosos de Dios con hijos que no honran a Cristo. He visto y escuchado la amargura detrás de la satisfacción profesional. A veces uno quisiera volver atrás, pero ya no es posible. Pero hoy tú puedes tomar las mejores decisiones para tu familia. Puedes hacer realidad el versículo de Josué 24:15 “..pero yo y mi casa serviremos a Jehová”. Es una satisfacción y algo grato darles una profesión a tus hijos, pero la responsabilidad más grande es que conozcan y sirvan al Señor y esa es una responsabilidad tuya.
Lot se ha equivocado, ha fracasado como padre, y en nuestro siguiente estudio veremos que es el inicio de más fracasos aún. No te equivoques tú como padre o madre, o no nos equivoquemos más. Entrega tu familia al Señor y esfuérzate por ello.
9 Y ellos respondieron: Quita allá; y añadieron: Vino este extraño para habitar entre nosotros, ¿y habrá de erigirse en juez? Ahora te haremos más mal que a ellos. Y hacían gran violencia al varón, a Lot, y se acercaron para romper la puerta.
Lot los había llamado anteriormente “hermanos míos”, pero ahora estos hombres totalmente en su desenfreno pecaminoso muestran lo que realmente sienten por Lot. Son capaces de hacerle “más mal” que a los extranjeros. Y hacen gran violencia a Lot y están intentando romper la puerta.
Pero hay más en este versículo. Estos hombres de Sodoma, no tienen temor alguno por nada. No tienen juez. No rinden cuentas a nadie. Sin embargo, con todo esto, están demostrando que no había justos, ni aún uno en aquella ciudad y están llamando al juicio divino sobre ellos mismos. Este versículo legalmente tiene fuertes repercusiones, porque es la aceptación de sus malas acciones y aún así, conscientes de ello, no se arrepienten de sus pecados ni se detienen de hacer mal.
10 Entonces los varones alargaron la mano, y metieron a Lot en casa con ellos, y cerraron la puerta.
Lot pretendía cuidar de las visitas, y en su intento había actuado en mal similar a los de Sodoma, siendo tan desconsiderado y despiadado para con sus hijas. Lot un hombre frío en la fe, se iba pareciendo más a los de Sodoma, pero aún así los ángeles salvan a Lot de que le pase algún mal mayor. En nuestro siguiente estudio aprenderemos que esto fue la gracia de Dios a causa de Abraham. No hay méritos de Lot en esto, sino que es beneficiario de la gracia de Dios y en mucho por Abraham.
11 Y a los hombres que estaban a la puerta de la casa hirieron con ceguera desde el menor hasta el mayor, de manera que se fatigaban buscando la puerta.
Y si creíamos que estos habitantes no podían ser más malos, aún viene lo peor: Ni aún cegados de la vista estos hombres se arrepintieron o se volvieron de su mal. Dice la Escritura que “..se fatigaban buscando la puerta..”. - La depravación de estos hombres es tan grande que ni aún ciegos pueden calmar sus deseos pecaminosos. Esto es tan trágico que el futuro de estos hombres ahora ya está definido. Los ángeles han confirmado lo que Dios sabía de antemano, que en esa ciudad no había ni diez justos, o mejor dicho, que en esa ciudad no había ni un justo.
Con esto, la “última oportunidad” para volverse de su mal y arrepentirse había finalizado. Ya está todo listo, ya se ha dicho todo. El juicio es inminente y no hay más que hacer. La ciudad será destruida a causa del pecado imparable de sus habitantes. El siguiente domingo estudiaremos cómo los ángeles le dicen a Lot que debe abandonar la ciudad, porque ya todo está dicho: van a ser destruidos.
MEDITEMOS LA PALABRA
MEDITEMOS LA PALABRA
Hemos leído una porción muy fuerte porque refleja la condición humana y pecaminosa de los seres humanos. Estamos perdidos sin Cristo y sin el poder del Espíritu Santo quien obra en el ser humano para transformar la vida. Mientras no suceda esto, todas las personas potencialmente estarán expuestas a alcanzar grandes niveles pecaminosos en distintas áreas en distintos formas. Y el juicio del Dios Santo y Juez del Universo llegará a causa de su justicia. Pero la pregunta ahora es para nosotros:
¿Y si tuvieses una última oportunidad tú también? De pasar de ser condenado a ser libre y verdaderamente libre. Si tuvieses una nueva o tal vez una última oportunidad de ser llamado injusto a justo, ¿acaso no la aprovecharías? Esto es lo que no se puede entender ¿Por qué las personas no se pueden rendir a Cristo? ¿Por qué no podemos rendirnos totalmente a Cristo? ¿Por qué la gente del mundo prefiere permanecer donde están, en el camino al juicio divino?
Tenemos que comprender esta gran verdad de la Escritura. Dios es un Dios Santo y Justo y está pendiente de su creación. Pero yendo ya hacia nosotros. Hay un cristianismo “light” que consiste en que tú eres salvo y que Dios debe salvarte. Estamos a veces estamos dando pasos pequeños hacia allá. Cuando en realidad el cristianismo verdadero es reconocer Quién es Dios, sus propósitos, su Ser, Su Santidad, y cuando puedes ver esto, entonces puedes hallar verdadera gracia porque el Señor te perdona en la cruz los pecados, pero así como hallas verdadera gracia, también comprendes las destructoras consecuencias del pecado. El costo pagado por ello es la vida de Cristo, a la cual tal vez como cristianos modernos somos irreverentes. Pero en el fondo, el cristianismo se trata justamente de que el Señorío de Cristo empieza a hacer cambios en tu vida, porque reconoces ese enorme sacrificio y honras a Dios por ese sacrificio y honras a Jesucristo como SEÑOR de tu vida por su gran misericordia y gracia para redimirte de tus pecados.
Tal vez nosotros, hablando como iglesia, no estamos en la situación de Sodoma porque fuimos lavados por la Sangre de Cristo, pero ciertamente hay muchas áreas en nuestra vida que están gritando que nos cuesta reconocer a Cristo como Señor y muchas obras pecaminosas en nuestra vida. Mientras él llama a arrepentirnos, confesar nuestros pecados y volver a ÉL. No dejes pasar la oportunidad de hoy para rendirte verdaderamente a Jesucristo.
Si hasta hoy no has reconocido a Cristo como Señor y Salvador, entonces estás en la situación de Sodoma y hay un juicio inminente que vendrá para tu vida. Y si ya has recibido por la fe y arrepentimiento el perdón de pecados, entonces también vive bajo el Señorío de Cristo. Sodoma fracasó ante la última oportunidad y las consecuencias que están registradas en la Palabra de Dios y aunque recibieron advertencia de que estaban haciendo MAL y estaban conscientes de ello, no se arrepintieron de sus actos o pecado.
Hoy día la aplicación es sencilla: necesitamos arrepentirnos de nuestros malos caminos. Si no eres cristiano, debes hacerlo para salvación, y si lo eres, debes hacerlo constantemente para comunión.
Esto es lo que la Biblia dice que pasó con Sodoma y Gomorra, pero en estos versículos hay advertencia hoy para quienes no hayan recibido a Cristo o para quienes pensando haberlo hecho, desprecian su señorío:
4 Porque si Dios no perdonó a los ángeles que pecaron, sino que arrojándolos al infierno los entregó a prisiones de oscuridad, para ser reservados al juicio; 5 y si no perdonó al mundo antiguo, sino que guardó a Noé, pregonero de justicia, con otras siete personas, trayendo el diluvio sobre el mundo de los impíos; 6 y si condenó por destrucción a las ciudades de Sodoma y de Gomorra, reduciéndolas a ceniza y poniéndolas de ejemplo a los que habían de vivir impíamente, 7 y libró al justo Lot, abrumado por la nefanda conducta de los malvados 8 (porque este justo, que moraba entre ellos, afligía cada día su alma justa, viendo y oyendo los hechos inicuos de ellos), 9 sabe el Señor librar de tentación a los piadosos, y reservar a los injustos para ser castigados en el día del juicio; 10 y mayormente a aquellos que, siguiendo la carne, andan en concupiscencia e inmundicia, y desprecian el señorío.
Atrevidos y contumaces, no temen decir mal de las potestades superiores,
Parece un día más, así hemos empezado el mensaje. Parece un día como cualquier otro, también parecía igual en aquella ciudad. Pero hoy es un día lleno de oportunidad para nosotros. Tal vez no es la última, pero realmente sabrás cuándo lo será. Podemos rendirnos a Dios, sin esperar que sea la última oportunidad, arrepintiéndonos de nuestros pecados y sujetándonos al Señorío de Jesucristo. Entonces, este día normal, dejará de ser normal, será un día de gracia, un día simplemente excepcional, donde empezarás a caminar nuevamente con Cristo, donde todos tus pecados te serán perdonados, donde propósitos, planes y motivo de vida, cambiarán porque querrás vivir para la Gloria de Dios y su Espíritu Santo obrará en ti.
Si quieres hablar con el Señor, vamos a hacerlo.
Oremos.